Como la definición de Objetivos y su medición puede maximizar
beneficios y aumentar el Valor Empresario.
La historia indica que Lord Kevin, un físico e inventor inglés, acuño la siguiente y famosa frase:
“Lo que no se define, no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.”
Fuente: Lifeder.com/lord-kevin
Por otra parte, las estadísticas indican que 95 de cada 100 empresas fracasan antes de los 7 años de vida y que cerca del 90 % de las causas de dicho fracaso, proviene de problemas financieros.
Con estos datos, Lord Kevin podría afirmar, sin riesgo a equivocarse, que las pymes se degradan debido a la ausencia de definiciones (objetivos financieros, por ejemplo) y a la falta de medición (de la rentabilidad operativa del negocio, de los costos y gastos, de la financiación de los activos, del resultado de las inversiones, de los presupuestos, de ratios, o del balance de situación, entre otros).
Es difícil entender el conflicto oculto que hay entre el Objetivo Empresario y la actitud que, mayoritariamente, los empresarios pyme asumen.
Cualquier definición de Objetivo Empresario dirá, palabras más o palabras menos, que el empresario persigue una maximización de los beneficios y la creación de valor.
Por maximización de los beneficios se entiende la búsqueda de un resultado positivo de la actividad principal de la empresa (corto plazo), mientras que por creación de valor se entiende la generación de riqueza en el largo plazo, por ejemplo, a través de un incremento de la valuación de la empresa.
Tanto la maximización de beneficios como la creación de valor requieren, para ser satisfechas, de dos principios empresarios fundamentales:
- Tener un negocio rentable
- Generar caja sistemáticamente.
Lamentablemente, las estadísticas e investigaciones indican que la gran mayoría de los emprendedores y dueños de empresa, no tienen una adecuada formación en temas financieros. Por supuesto que habrán descubierto un problema y/o necesidad insatisfecha en el mercado y, seguramente también, sabrán como satisfacerlo, sin embargo, no es esta una condición “suficiente” para llevar una empresa a buen puerto. Se requerirán muchas otras competencias (experiencias y habilidades) para alcanzar el objetivo empresario yla creación de valor, entre ellas hay una muy importante, la Planificación Financiera.
Lo dicho no pretende afirmar que el dueño de empresa debe ser un especialista experto en finanzas, nuestra pretensión es “alertar” al dueño de la importancia que los asuntos financieros tienen para el buen desarrollo de su empresa.
El Rol del dueño en las finanzas de su empresa
Muchos dueños no llegan a comprender el peso de sus acciones, de sus dichos y de sus conductas en la empresa.
El dueño es como el sol en el universo, todos los planetas giran a su alrededor. Somos observados silenciosa y sigilosamente por todos nuestros colaboradores que intentarán conformarnos de cualquier manera.
Es interesante introducir aquí un dicho inglés que dice: “What you measure, what you get” (lo que medís, lo que obtenés),u otro que dice: “en lo que te enfocas, crece”.
Si el foco o interés (el del dueño) está en el diseño de producto, allí estará mayoritariamente el foco e interés de los colaboradores y de la empresa, si el foco está en la comercialización, allí estará la empresa, si el foco está en los procesos de producción o la logística, allí estará la energía de la empresa.
Cabe entonces tomarse unos minutos para pensar, recapacitar y preguntarnos: ¿dónde pongo el foco en mi empresa?, ¿a qué le presto mayoritariamente atención?, ¿noto que mi equipo de colaboradores está atento a esas cosas que a mí me interesan o importan?
Pensemos ahora por el opuesto y preguntémonos: ¿cuáles son las cosas que NO mido, aquellas a las que no le presto atención?, ¿noto que mi equipo tampoco presta la debida atención?
Lamentablemente las finanzas no son un tema popular entre los dueños pyme, las estadísticas hablan por si solas. El dueño pyme, por lo general, pone su atención en temas más de su gusto como lo son la comercialización, el diseño de producto o la producción, dejando a las finanzas en un segundo plano que será, por supuesto, lo mismo que harán los colaboradores y la empresa en su conjunto. Esto supondrá un gran problema o riesgo empresario.
El dueño de empresa debe tomar conciencia y decidir la importancia que las finanzas tienen para su proyecto, adoptando una nueva actitud, la de protagonista, aquella en la que la organización del dinero y la planificación financiera pasen a ser un recurso tan importante como lo son los insumos para la producción, el marketing para la comercialización o un vehículo para su distribución.
Yendo un poco más lejos, el dueño debe tener un Rol Protagónico y ver a las finanzas de la empresa como un asunto “estratégico”.
En un mundo cambiante, el trazado de distintos escenarios posibles y sus impactos debe ser considerado. La comprensión de la riqueza de los datos, los mecanismos necesarios para su captura, procesamiento y output (informes financieros) y la capacidad analítica para controlar, medir y decidir ajustes o nuevas líneas de acción, deben ser un recurso y ventaja para competir. Nos guste o no, la organización del dinero, la economía de la empresa y la planificación financiera son un recurso estratégico e imprescindible con el que el dueño de empresa debe contar para alcanzar su Objetivo Empresario y la Creación de Valor en su empresa.
